Una vez acabado el debate
del articulado y en el plazo destinado a la
presentación de disposiciones adicionales
se presentó una enmienda que pretendía
limitar el voto femenino a las elecciones municipales,
condicionando la participación en las
legislaturas a la renovación total de
los ayuntamientos.
Esta enmienda presentada
el 21 de noviembre por Acción Republicana,
fue debatida el día 1 de diciembre.
Una vez más, contra
los que argumentaban sobre la deficiente formación
democrática de las mujeres y su sometimiento
al confesionario. Clara Campoamor señaló
hace muchos años, en 1902, cuando el
señor Pi y Arsuaga presentó su
proposición para que se diera a las mujeres
el voto municipal, se utilizó el mismo
argumento y por eso naufragó la concesión...
Si desde entonces no habéis hecho nada
para deslindar los campos, no lo haréis
nunca, porque lo cierto es que es más
fácil ser demócrata y liberal
«laríngeo» que demócrata
actuante...»
En esta ocasión
la enmienda quedó desechada por sólo
cuatro votos. Era ciertamente un margen escaso,
pero era la victoria.
En 1931, las mujeres españolas
consiguieron su legitimo derecho al voto.
Ni aquí ni en ningún
otro país se trató de un regalo,
fue un triunfo conseguido tras dura lucha. Hubo
que enfrentarse a «razones» biológicas,
históricas, científicas, morales...
que llegaban a los extremos más ridículos
e insultantes; «razones» que fueron
esgrimidas desde todos los sectores sociales,
e incluso por algunos que no vacilaron en emplear
la contundencia de la fuerza, pues cualquier
esfuerzo parecía justo para devolver
a las rebeldes mujeres al sitio que les correspondía.
Queremos rendir homenaje
a todas las que lucharon y consiguieron lo que
las mujeres jamás habrían tenido
sin su esfuerzo. A aquellas que ya murieron
y a las que aún viven rodeadas del olvido
y de la indiferencia. En su historia se han
ocultado los sufrimientos de nuestras antepasadas,
y también sus victorias.
Queremos, por último,
resumirlo todo en nuestra reivindicación,
pública y fraternal, de Clara Campoamor
Rodríguez, nuestra amiga hermana.