Textos e imágenes del catálogo editado por el Instituto de la Mujer del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales y la Subdirección General de Cooperación, cuyas autoras son Maite Alvarez-Piner, Paloma González, Purificación Pliego y Marisa Sánchez.

EL DEBATE PARLAMENTARIO

La Comisión que redactó el anteproyecto de la Constitución estaba presidida por el socialista Luiz Jiménez de Asúa y en ella se integró Clara Campoamor como ponente en representación del Partido Radical. Asimismo fue nombrada Vicepresidenta de la Comisión de Trabajo y Previsión.

El día 1 de septiembre se trató por primera vez del artículo 34, en el curso del debate sobre la totalidad del proyecto. Clara Campoamor tuvo ya que contestar al que sería el principal argumento contra el reconocimiento del derecho de las mujeres al voto: El supuesto peligro que correrían la República y sus instituciones, por el «reaccionarismo» de las mujeres españolas. Clara basó su defensa en el carácter democrático de la República y en la imposibilidad de compaginar la democracia con la exclusión de la mitad de la ciudadanía del ejercicio del derecho al voto.

El debate, en concreto, del artículo 34 tuvo lugar los días 30 de septiembre y 1 de octubre. Se presentaron dos enmiendas. Una, insultante, proponía «Conceder el voto a la mujer a partir de los 45 años», fue contundentemente contestada por Clara Campoamor y no fue tomada en consideración por la Cámara. La otra presentada por el señor Guerra del Río, y que respondía al sentir de muchos miembros de la Cámara, pretendía, en base a razones de oportunidad y defensa de la República, posponer la cuestión del voto femenino a una futura ley electoral, dado, decía, que si se incluía en la Constitución, la República quedaría indefensa ante el carácter reaccionario de las mujeres, guiadas por su confesores, mientras que una ley electoral siempre podría ser reformada ó suspendida. Clara contestó afirmando que la igualdad de la mujer, principio esencial de la democracia, no podía depender de la conveniencia del momento o de los señores diputados. La enmienda fue rechazada por 153 votos contra 93.

El 1 de octubre se volvió a discutir el artículo 34 para su aprobación. En esta sesión la diputada radical-socialista Victoria Kent, que no había podido intervenir el día anterior, tomó a su cargo la lucha contra el artículo 34. Manifestó su sentimiento por tenerse que oponer a lo que constituía una de sus principales convicciones, pero la mujer española no estaba preparada para asumir esta responsabilidad, ya que la proporción de mujeres con estudios superiores o de mujeres obreras era ínfima comparada con la de mujeres que no habían asumido una conciencia progresiva y republicana. En estas condiciones, conceder el voto a las mujeres era peligroso para la República. Proponía la condicionalidad del voto a su aplazamiento.

Clara Campoamor respondió que comprendía el sufrimiento de Victoria Kent al tener que defender ideas contrarias a las suyas propias, aunque fuera por cuestiones de oportunidad, pero que ésta defendía, absolutamente, el derecho de las mujeres al voto. Frente a los que argumentaban sobre las deficiencias de las mujeres, planteó las deficiencias de los hombres, frente a los que argüían la inoportunidad del momento, presentó la injusticia de discriminar a la mitad de la población, pero, sobre todo, resaltó la incoherencia de reprochar la falta de formación a las mujeres, cuando se les negaba reiteradamente el acceso a responsabilidades. Citando a Humboldt terminó: «La única manera de madurar en el ejercicio de la libertad es caminando por ella.»